3.a) Buscamos una vía que nos ayude a educar con nuestros valores en estas circunstancias


Buscamos una vía entre la represión y el descontrol.
En el modelo represivo, se reprime la violencia y la mala educación, pero también la creatividad, la curiosidad, la expresividad y la capacidad de gozo. En el modelo permisivo, se permiten las características anteriores, pero produce mucho descontrol, y se corre el riesgo de que sea el niño, el que se convierta en opresor del adulto.
Buscamos por tanto un modelo de autoridad democrática, que sería aquella vía que es capaz de imponer límites sin imponer un régimen dictatorial. Es decir límites democráticos que defiendan unos valores beneficiosos para todos.
Debemos recordar que la civilización consiste principalmente en la buena voluntad, en la capacidad de aceptar normas y de restringir nuestros propios intereses para favorecer las necesidades e intereses de todos. Gracias a esto es posible la existencia de la ciencia el derecho o el arte.
Hemos heredado del mundo animal la ley de la fuerza. Las normas son algo antinatural, como lo es la defensa del más débil. Las normas son una creación cultural, pero es que la creación cultural es nuestra forma de adaptarnos. Y algunas de las creaciones culturales que utilizamos son los valores, los hábitos y las normas.
Los valores son comportamientos, actitudes o principios morales, ideológicos o de otro tipo que guían el comportamiento personal. Y todo sistema normativo siempre pretende defender o fomentar los valores que considera fundamentales.
Los hábitos son el modo de actuar adquirido por la frecuente práctica de un acto. Cuando están en consonancia con los valores, estos hábitos no generan conflictos en el seno de la comunidad, pero cuando no coinciden con los valores, estos hábitos generan conflictos.
Las normas tienen como finalidad ordenar el comportamiento (la coordinación entre los valores y los hábitos). Ordenar en el sentido de mandar y en el de establecer una precisa disposición, las dos cosas a la vez.
Las normas están al servicio de un necesario proyecto llamado: JUSTICIA que es el método legítimo de resolver los conflictos. Solo se puede considerar resuelto un conflicto cuando se consigue proteger algún valor que se considera fundamental para la convivencia.
La complejidad de las comunidades humanas obliga a crear una guía de comportamiento, que para poder respetar los valores, debe estar recogida en las LEYES.
Si hacemos una revisión de algunos hábitos de nuestros hijos/as podremos ver que no coinciden con nuestros valores, entonces ¿por qué no reaccionamos? ¿por qué no ponemos normas democráticas?

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